jueves, 24 de febrero de 2011

LA TIA SUSANA EN LIMA Y LAS PANCARTAS ELECTORALES PUBLICITARIAS


Al diia de hoy estan transcurriendo 53 dias del asenso a la alcaldia de Lima de Susana Villarán,y decididamente puedo afirmar para quienes nos mantenemos atentos desde otras latitudes como viene caminando la gestión de la gobernabilidad municipal en Lima metropolitana, esta cometiendo graves errores de gestión administrativa en una coyuntura electoral a la Presidencia del Gobierno en el Perú. Nosotros pretendemos enfocar un analisis desde la perspectiva politica de eficiencia y tiempo de gestión que no es otra cosa que no desperdiciar el tiempo en deciciones ineficientes como es el caso de la ordenanza de sacar los anuncios publicitarios electorales (paneles) por el desafortunado calificativo de contaminación visual.
Quien este a cargo de esta gerencia no cumple con las exigencias de la gestión de lo que se denomina contaminación, visual, luminica y acustica en la ciudad de Lima sinceramente es un inexperto o inexperta (digo esto porque esperemos salga a la luz el responsable de esta gestión) aunque la responsabilidad es doble para la Alcaldesa tanto política como de gestión administrativa.
Ser de centroizquierda no es equivalente a un gestor publico metropolitano ineficiente y torpe sino todo lo contrario de la misma forma que ser de izquierda no equivale a mantener la pobreza de ideas y de capacidad gerencial de gestión, un epiteto que la derecha , el nacional-ollantismo, el alanismo y la ultraderecha se encargan de despotricar a la actual administración.
En Lima existe varios tipos de contaminación:
1.- Contaminación luminica.
2.- Contaminación acustica.
3.- Contaminación visual
4.- Contaminación medio ambiental

 
Si dedicarse a sacar paneles o cualquier anuncio publicitario aduciendo los argumentos probablemente interesantes, entonces pongase a sacar todos los anuncios publicitarios que inundan la ciudad  en calles, avenidas y carreteras del interior y del extrarradio de la Lima metropolitana, es decir de todas las principales empresas que nos han inundado salvajemente de anuncios tanto aereos, verticales y horizontales a lo largo y ancho de Lima y de sus conos norte, sur este etc, etc. Esa deberia ser la verdera valoración tecnica para quien con tanto atrevimiento se dedica a quitar los paneles de los partidos politicos de todas las tiendas políticas, ganandose y creandose un frente interno electoral y político ante su gestión como Alcaldesa. Si Ud quiere regularizar esta situación establezca una reglamentación que sea muy clara para superar la forma tan chichera y salvaje de hacer publicidad en Lima de todas las marcas de consumo tanto de alimentos, combustibles, bancarios, seguros, telefónicos, lineas aereas, deportivos etc y etc, entonces estamos hablando de un plan serio y coherente (dentro de un plan de desarrollo urbano) no lo que hoy han venido a realizar en plena campaña, esta decision suya no es en absoluto defendible sino observe bien que la estan condenando no por ser de centro izquierda sino por ineficiencia de gestión municipal, y a menos que sus asesores sean poco acertados cuando ante una decisión de esta naturaleza siempre hay que hacer una valoración politica y del impacto social ante el elector en detrimento de sus candidatos de Fuerza Social tanto de sus candidatos al Congreso (Gustavo Guerra García)  asi como en detrimento del candidato Manuel Rodriguez Cuadros a la Presidencia de la República, solo falta que le presenten una toneladas de demandas ante los juzgados por la forma improcedente y en contra del derecho a la libertad de expresión y publicidad de la misma estando en plena campaña electoral. Si desean copiar otras experiencias de Europa o de España, es necesario proponer un plan y una reglamentación seria con un analisis serio de este capitulo que tiene mucha importancia para el ciudadano de Lima. Creo que deberia tomar al toro por las astas y es digno de una persona rectificar ante la ciudadania y plantear una propuesta.Es necesaro hacer politicas eficientes de gestión con resultados eficientes de vuestra administración.

Madrid 23 de febrero de 2011
Dr. Carlos Jara Cuevas

domingo, 13 de febrero de 2011

España: La crisis obliga a los canarios a irse al exterior

Escrito por elecuatoriano el 13 de febrero, 2011
eldia.es - Los inmigrantes no son un único colectivo -por lo que su respuesta ante la crisis es variable-, pero muchos no tienen más opción que volver a sus países. Además, el paro galopante obliga a canarios cualificados a plantearse emigrar para encontrar un trabajo acorde a su formación
¿Cómo es la nueva migración que se viene produciendo en las Islas a medida que avanza la crisis? Esta fue la pregunta que respondieron los seis invitados de esta semana de EL DÍA ante una nueva realidad económica y social que se impone en el Archipiélago. A la cita acudieron Juan Francisco Martín, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL); Rodrigo Martín, presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife; Alberto Cruz, estudiante de Ingeniería Técnica Agrícola; Diego Salgado, presidente de la Charrúa de Tenerife -que agrupa al colectivo de uruguayos en la Isla-; Marcelo Arregui, uruguayo en el paro, y Las Sangare, presidente de la Asociación de Jóvenes Africanos.
El debate lo inició Rodrigo Martín, que señaló nada más comenzar que es “ilógico” que la Sanidad canaria catalogue como profesión de difícil cobertura a la medicina -lo que permite realizar contrataciones de profesionales en origen- cuando en Canarias hay médicos suficientes. “Pero no los quieren contratar”, denuncia. “Incentivan la inmigración de este colectivo y les hacen contratos precarios”, lamenta. “Ellos vienen porque las condiciones de sus países -mayoritariamente Cuba, Venezuela y Colombia- son peores, pero la forma en la que los traen incentiva a su vez que también se vayan”, explica. De los 4.000 médicos que hay en Tenerife, apunta, 700 son extranjeros, de los que la crisis ha empujado al exterior -no necesariamente a sus países de origen- a unos 350. Tan solo en 2010, en toda España se fueron 1.640 médicos afuera, según Martín, si bien reconoce que las cifras que maneja el Gobierno central -500- son inferiores.
Juan Francisco Martín aclaró que en Canarias hubo una emigración importante entre el siglo XVIII y la década de los años 70 del siglo XX que fue, de forma mayoritaria, “por hambre y miseria”. Pero la situación cambió a partir de entonces y en las últimas décadas la partida migratoria cambió de signo: las Islas se volvieron receptoras de inmigrantes. El proceso inmigratorio -que se nutrió de manera principal de latinoamericanos, pero también de africanos- vino acompañado, además, por el retorno de un buen número de canarios que se habían ido en los años previos. En el caso de los africanos y de algunos latinoamericanos (principalmente bolivianos, ecuatorianos y peruanos) abundaba la mano de obra barata, personas sin cualificación que guardaban expectativas de volver a sus países. Pero también había otros colectivos inmigrantes -provenientes de Cuba, Argentina, Uruguay o Venezuela- que presentaban un mayor nivel de formación y que, al contrario del resto, se había marchado de sus países sin pensar en volver.
Entre otras profesiones, los inmigrantes de estos últimos países incluían médicos que veían en España una mejor oportunidad para desarrollar su carrera, pero con la crisis -coincidió con Rodrigo Martín- “muchos se plantean irse a terceros países”. De hecho, advierte, las cifras oficiales revelan que de España se marcharon el año pasado un millón de personas, “aunque esa cifra es seguramente inferior a la real, que podría ser el doble, porque los que se van pueden llegar a estar inscritos en varios padrones municipales a la vez y no se dan de baja en ninguno al irse”.
En Canarias, aclaró, el saldo migratorio “ya es negativo” y eso sin contar con las migraciones interiores que se dan dentro de España y las que se producen en el espacio comunitario. “La nueva migración que se produce ahora no se parece en nada a las anteriores”, sentencia. La demanda de profesionales españoles que hace Alemania, por ejemplo, “se percibe como buena” para los dos países. “Veo bien este nuevo proceso de libre circulación de trabajadores que se ha abierto en Europa”.
En todo caso, advierte, el segmento de inmigrantes que más piensa en volver a sus países son los que carecen de formación. “Dentro de este grupo despuntan los bolivianos que, paradójicamente, no es el más numeroso, y también los marroquíes”.
Diego Salgado fue el tercero en intervenir. Aunque su país es uno de los que Juan Francisco Martín incluyó en el grupo de los que sus emigrantes no piensan en el retorno de forma prioritaria, la realidad es que Salgado conoce varios casos de compatriotas en esa situación entre los que viven -o vivían- en Tenerife. La mejora de las condiciones económicas de su tierra explica, en parte, esta situación, además de la propia crisis española. Destaca que la proximidad entre Uruguay y las Islas en el idioma, el clima y la cultura ayuda a que la integración de los uruguayos en el Archipiélago sea “relativamente fácil”. Asegura que hasta 2009, el saldo migratorio proveniente de Uruguay a Tenerife fue positivo, pero en 2010 la tendencia cambió de signo por primera vez, y para este año espera un incremento en el número de retornados. “Muchos vuelven sin convencimiento porque lo hacen en malas condiciones económicas, con lo que volver a empezar en Uruguay no es partir de cero, sino de menos cero: dejan deudas en España y, a veces, tienen compromisos pendientes de antes de emigrar la primera vez”, indica. “Al país vuelven ahora unas 100 familias al mes, especialmente de EEUU y España”. Salgado advierte de que antes de tomar esa decisión, “los inmigrantes siempre agotan todas las opciones”.
En este punto, Juan Francisco Martín precisó que la realidad descrita por Salgado -que confirma su postura sobre el saldo negativo de la migración en Canarias- contradice el discurso que sostienen algunos partidos políticos -Coalición Canaria (CC) de forma preponderante- que subrayan que la población en el Archipiélago creció en 600.000 personas en los últimos 12 años y dan a entender que sigue aumentando. “La cifra no es cierta: crecimos en unas 200.000 personas en ese periodo, y ya no lo hacemos”, rebate. “Lo que es peor: ese discurso vincula el paro al crecimiento poblacional, un argumento que encuentra fácil arraigo en una población que padece una crisis importante”, acota. Por lo tanto, concluye, “este planteamiento es demagogia”.
Sus ideas encontraron respuesta inmediata y contundente en Rodrigo Martín, que añadió a la discusión el siempre polémico debate entre el respeto a las diferencias culturales frente a la necesidad -y la exigencia, al menos en el plano social- de la integración de los inmigrantes a las costumbres de la tierra de acogida. “En Canarias no hay problemas con las culturas extranjeras, pero algunas que se distancian más -en alusión a las africanas por contraposición a los países latinoamericanos- y hay muchos que se empeñan en mantener costumbres que nos resultan extrañas, desconocidas”, argumenta. “Es un discurso útópico, esa situación es inviable” opina. “A cualquier parte donde han ido los canarios, se han adaptado a su nuevo país, aquí pasa lo mismo”.
“Pero nadie se los impuso, no se puede imponer a la fuerza” objetó Juan Francisco Martín. “No es que se imponga, por supuesto que los inmigrantes mantendrán sus costumbres, pero deben integrarse a la cultura canaria”, insistió Rodrigo Martín, quien aboga por que las universidades canarias “calculen con las fórmulas que ya existen para esta materia” la carga poblacional que puede soportar el Archipiélago. “Somos un territorio acotado y hay un límite para crecer, especialmente cuando se trata de culturas muy distintas”.
Juan Francisco Martín reiteró que el flujo inmigratorio a las Islas dejó de crecer -”ya es negativo”, insistió- y asegura que “la crisis está resuelta en su vertiente económica, pero no se generará empleo hasta 2013, cuando se note el repunte de la actividad”. “La recuperación será lentísima”, contradijo Rodrigo Martín. “Y por ahora, siguen llegando inmigrantes”, añadió sin llegar a un acuerdo con Juan Francisco Martín.
Texto: CARLOS ACOSTA/DORY MERINO

ESPAÑA: LA TRASTIENDA DE LA CRISIS

Entrevista a Juan Francisco Martín Seco, economista y autor del libro "La trastienda de la crisis. Lo que el poder económico quiere ocultar"
“La libre circulación de capitales conduce al desastre económico”

L'informatiu

El economista español, uno de los que predijo la crisis, visitó Valencia hace unos días para presentar su última obra 'La trastienda de la crisis'. Y no dejó pasar la oportunidad de contar también de palabra, "lo que el poder económico quiere ocultar".

Libros sobre la crisis hay muchos. Sin embargo, cómo dice Pascual Serrano, para elegir uno hay que tener en cuenta varias consideraciones. Primero, que estén elaborados por autores que advirtieron de la crisis, pues no vamos a ser tan estúpidos como para pensar que algún experto económico que nunca habló de crisis nos quiera contar ahora cuál es la solución. Segundo, y aunque parezca una obviedad, que se comprenda. Tercero, que deje claro que por encima de la economía está el ser humano. Pues bien, La trastienda de la crisis. Lo que el poder económico quiere ocultar (Península, 2010) de Juan Francisco Martín Seco (Madrid, 1944), que se presentó el martes en Valencia bajo el auspicio de la Fundació Institut d’Estudis Polítics, cumple los tres requisitos. Este economista, que ha desempeñado, entre otros, los cargos de Interventor General de la Administración del Estado y de Secretario General de Hacienda, es, tal y como lo definió el genial Javier Ortiz, una de las pocas personas de izquierda que no ha sido nunca marxista.
Socialista de verdad, su desacuerdo con el PSOE abarcó la práctica totalidad de la política felipista. Cuando el Gobierno de González se implicó en la Guerra del Golfo, Martín Seco, que entonces ocupaba un alto cargo en el Ministerio de Hacienda, firmó un manifiesto contra la guerra, lo que provocó su destitución fulminante. No pudieron echarlo de la Administración porque es funcionario de carrera, pero lo represaliaron hasta donde les fue posible.
La llegada de Aznar a La Moncloa no hizo que su suerte mejorara. Antes al contrario. Algunos partidarios del PP, que habían dado cancha a sus opiniones tan sólo en la medida en que perjudicaban al PSOE, dejaron de interesarse por ellas. O, por mejor decirlo: empezaron a detestarlas tanto o más que los felipistas.
Sin duda, todo un ejemplo de coherencia y dignidad. Hablamos con él sobre la trastienda de la crisis.
P: ¿Qué hay en la trastienda de la crisis?
R: En La trastienda de la crisis hay un intento de explicar, al margen de lo que puedan ser elementos puramente coyunturales, las causas últimas de la crisis, que son el neoliberalismo económico y la liberación del movimiento de capitales, es decir, lo que llaman “globalización”. Todo eso de las hipotecas subprime, de la guerra de divisas… son realmente síntomas de un problema mucho más de fondo: los desequilibrios existentes entre los Estados, formados y agravados al calor de la libertad total del capital.
P: En octubre del 2008, cuando los efectos de la crisis financiera y económica empezaban ya a ser demoledores, se habló de nacionalizar la banca, de refundar el capitalismo, etc. ¿Fue eso un espejismo? ¿Qué es lo que ha cambiado desde ese momento hasta hoy?
R: Cuando se lanzaron esas propuestas me mostré totalmente escéptico. Pensaba que cuando pasasen los efectos de la crisis más inmediatos, cómo era el hecho de salvar la banca, todo se iba a quedar en nada, como así ha sido. O mejor dicho, todo lo contrario, pues resulta que ahora las consecuencias de la crisis no las pagan los bancos, no se nacionalizan los bancos, no hay ninguna refundación del capitalismo… Lo que hay es un capitalismo lo más salvaje posible, porque se vuelven a disminuir las pensiones, a liberalizar los mercados laborales, al control brutal del déficit… En fin, el ideario de la Merkel o los 6 puntos del neoliberalismo más radical, que es lo que están aplicando todos los países, con la excepción quizás de Estados Unidos, que tampoco es que esté haciendo gran cosa, pero sí tiene algunos elementos que lo diferencian.
P: ¿Cree usted que habría margen para aplicar otro tipo de políticas?
R: Indudablemente. La globalización es un fenómeno muy moderno. Realmente, hasta el año 89, en Europa no se hablaba de la libre circulación de capitales. Fue a partir del Acta Única. Es decir, que esa idea de que la globalización es una realidad que no se puede evitar, no es cierta. Es una decisión política que se tomó por primera vez en Estados Unidos cuando, después de la guerra de Vietnam, rompió la convertibilidad del dólar en oro. Después lo copiaron otros países y luego, en gran medida, lo que se llamó el Consenso de Washington, formado por el Fondo Monetario Internacional, Wall Street y la administración americana, forzó que en muchos otros países entrase la libre circulación del capital. O sea, no es que la libre circulación de capitales haya caído del cielo, sino que ha sido una decisión querida por los mandatarios internacionales.
Entonces, ¿van a dar marcha atrás? Pues yo creo que sólo lo harán cuando vean que la libre circulación de capitales lleva al desastre económico. No solamente porque cree unas condiciones de desigualdad muy fuertes, un hecho que me da la sensación que a los mandatarios internacionales les preocupa muy poco, sino que crea unos desequilibrios tan grandes a nivel internacional que se produce la crisis. Y no una crisis cualquiera, sino una crisis sistémica.
P: Entonces, aunque no se quiera aplicar otro tipo de políticas, sí hay un margen para hacerlo.
R: Hay margen a nivel global e incluso a nivel más nacional, porque quizás haya cosas que no pueda hacer solo un Estado, pero hay otras muchas que sí.
Por ejemplo, vamos a suponer que el Gobierno de España tuviese que reducir de verdad el déficit y que no tuviera margen de maniobra porque en Europa se lo imponen. Pero hay distintas maneras de hacerlo. Se puede reducir bajando el sueldo a los funcionarios, congelando las pensiones, quitando el seguro del desempleo o se puede reducir subiendo los impuestos a las clases pudientes, recuperando el Impuesto de Patrimonio, gravando las rentas de capital. Aquí, desde el año 86 ha habido todo un proceso de modificación del sistema fiscal en contra de las rentas del trabajo y a favor del capital o sea que, como digo, sí hay alternativa.
P: En ese sentido, sí que es verdad que habría que jugar tanto en el nivel europeo como en el estatal. ¿Qué opina usted de la posibilidad de que algunas políticas sean recuperadas por los Estados?
R: Bueno, yo he sido y soy un enemigo de la Unión Monetaria. Yo creo que los graves problemas que tiene España en estos momentos y que va a tener durante bastantes años son por estar en la Unión Monetaria, porque pienso que países como Irlanda, Grecia, Portugal, España o incluso, Italia, no pueden tener el mismo tipo de cambio que Alemania, ya que, como tienen distintas tasas de inflación al final se va perdiendo competitividad, y no solamente frente a Alemania, sino frente a Estados Unidos, China y otros. El problema fundamental que tiene España es ese, que tiene un déficit por balanza de pagos muy fuerte y que no puede devaluar porque está en la Unión Monetaria. En ese sentido, España, Grecia, Irlanda, Portugal están en una trampa.
P: Al hilo de lo que está comentando, ¿qué opina de las declaraciones de algunos miembros del Gobierno de España que hablan de “salir de la crisis por la izquierda”?
R: Que no saldrá de la crisis y, además, por la derecha. No saldrá porque, como digo, yo creo que ante al problema, o cambias el modelo productivo y te haces tan competitivo como Alemania, lo cual es un sueño, o tienes que devaluar. Y no puedes devaluar porque estás dentro de la Unión Monetaria. Ese es el verdadero problema de España. No es el problema de las pensiones, que es a 30 años vista y que, además, no es verdad que no sea sostenible por otros mecanismos. No es el problema de la flexibilidad laboral, sino todo lo contrario, porque ha sido la flexibilidad laboral la que ha hecho que se llegara a cuatro millones y pico de parados, siendo el país de Europa que más paro tiene, y tampoco es el control del déficit, porque estamos con un nivel de deuda pública por debajo de la media de los países europeos. El problema es el déficit de la balanza de pagos, que no se puede corregir porque no podemos devaluar. Y ese déficit, año tras año, ha ido llevando a un endeudamiento muy fuerte. Es el endeudamiento de los bancos lo que está gravitando sobre todo, porque lógicamente, los mercados internacionales no están dispuestos a seguir financiando como hasta ahora.
P: Si, como usted dice, esas medidas que se están tomando no apuntan hacia el quid de la cuestión, ¿por qué se están tomando?
R: Bueno, puede ocurrir por tres cosas. Una, que puedo estar equivocado. Dos, que los equivocados son ellos porque saben muy poco de economía. Y tres, porque, simplemente, se ataca por la parte más sencilla sin saber muy bien hacia dónde se va.
P: Lo digo por el hecho de que en todos los medios de comunicación se cierren filas en torno a la necesidad de tomar estas medidas.
R: Eso es normal. Por una parte, está la postura de los economistas, que normalmente legitima al poder y al status quo, y por otra, que todos los medios están en manos del capital. Yo no puedo fundar un periódico y no digamos ya montar una televisión. Es decir, ¿quién tiene las televisiones y los periódicos? Cada medio puede estar con el PSOE o con el PP, pero en materia económica todos coinciden. Todos están con la derecha económica, y claro, el poder económico está encantado con bajar las pensiones, abaratar el despido, reducir el gasto público… Desde el punto de vista de la derecha, hay intereses muy claros. Y no me refiero a la derecha en un sentido ideológico, sino más bien social.
P: Se ha comparado esta crisis con el crack del 29. Viendo las consecuencias políticas nefastas que tuvo la Gran Depresión, ¿cómo ve usted el futuro? ¿Cree que sería descabellado pensar en un posible resurgimiento, aunque quizá con formas nuevas, de los fascismos en Europa?
R: Indudablemente estamos viviendo situaciones que son las mismas y, a la vez, distintas. Yo digo que es como una espiral, donde se parte de un punto pero no se acaba exactamente en el mismo, sino más arriba. Pero yo creo que si esto sigue así, es posible que surjan en Europa movimientos racistas y fascistas. De hecho, están surgiendo ya, pero no digo que vaya a ocurrir lo mismo.
P: Esperemos que no. Y ante ese futuro, ¿cómo podría rearmarse la izquierda?
R: Yo nunca he sido marxista, pero con esto me estoy convenciendo de un aspecto del marxismo: que las cosas vendrán por las contradicciones que se producen. Marx decía que el capitalismo salvaje del siglo XIX va hacia su destrucción, no porque cree unas situaciones de desigualdad tremendas sino porque crea una acumulación capitalista que no puede resistir. Lo que pasó fue que el capitalismo supo reaccionar con Keynes y el estado social. Se creó una especie de pacto que redujo la extrema desigualdad y que arregló las contradicciones internas del sistema capitalista. ¿Qué ha pasado? Que desde los años 80 estamos volviendo a las mismas contradicciones de antes y pasará lo mismo hasta que se dé un cambio como el que se hizo en la década de los 40.
Fuente: http://www.linformatiu.com/nc/portada/detalle/articulo/martin-seco-la-libre-circulacion-de-capitales-conduce-al-desastre-economico/