Autor: Dr. Carlos Jara Cuevas
29 de agosto de 2011
Antecedentes de la inmigración peruana que no debemos olvidar.
La inmigración peruana en el extranjero debe de abordarse tomando en cuenta su origen histórico y socioeconómico más reciente de los cerca de veintidós años en el que salieron del Perú una enorme cantera de estudiantes, trabajadores y pequeños empresarios en busca de una salida a la grave crisis económica neoliberal del primer gobierno de Alan García, con una inflación de 1200% anual era viable la alternativa laboral precaria y servil en el extranjero ya que la gran recesión y la violencia política colmaba la desesperación y la falta de salidas laborales ante la gran inestabilidad de aquellos fines de los años 80 y los inicios de la década del 90 del siglo pasado la misma que continuo con el gobierno del fujimorismo hasta su caída, y con el inicio de la primavera democrática todavía hoy vigente con el actual gobierno del Presidente Ollanta Humala recientemente instalado y expuesto su Plan de Gobierno por el Premier Salomón Lerner ante el Congreso de la República.
Carencia de una política de Estado para los inmigrantes peruanos en el extranjero.
Con los inmigrantes, mejor dicho con nuestros compatriotas en el exterior se aplicó el olvido legal, el olvido histórico y el olvido de defender sus derechos en el exterior precisamente porque es el resultado del modelo neoliberal, del estado subsidiario y de la inexistente por no decirlo total carencia de políticas de inclusión y bienestar social, la huida hacia adelante fue la solución mas próxima para el aumento de la inmigración peruana hacia distintas partes del mundo, se destaca, EEUU, España, Italia, Francia y en América latina Argentina, Chile y Brasil, también los hay en Canadá y Australia y no podemos olvidar del Japón. La inmigración peruana se ha enfrentado a lo largo de estas dos décadas más recientes a todo tipo de políticas de control y abuso de las políticas inmigratorias de los países de acogida, nunca podemos valorar si fueron bondadosas sino mas bien estaban dentro de un marco de la política de control policial y de la seguridad nacional de la soberanía de cada estado receptor por lo tanto su enfoque y su trato siempre fue policial en sus fronteras aéreas, marítimas y terrestres, aun cuando en casos como el de España tenemos convenio de doble nacionalidad del 16 de mayo de 1959 firmado en los tiempos del gobierno del Dictador Francisco Franco, siempre se enfrentó y todavía lo sigue haciendo la inmigración peruana a la política de control policial de su estancia irregular concebida así debido a los intereses de priorizar la política comunitaria europea para la inmigración no-comunitaria frente y por encima de los convenios con los llamados países iberoamericanos, en otros tiempos llamados Hispanoamericanos, es lamentable, pero solo se activan de la parte interesada cuando proveniente de España su inmigración llega a países iberoamericanos de destino bien como empresas o como trabajadores técnico y profesionales. Solo en el año 1991 cuando se dio la regularización extraordinaria de inmigrantes no comunitarios en España, entre ellos los peruanos, salió a la luz de la opinión política e histórica del Dr. Enrique Chirinos Soto, que recordó el olvido jurídico e histórico para con los peruanos y el citado convenio que sin embargo no tuvo más iniciativa que como opinión de jurista pero el gobierno de aquel entonces no hizo absolutamente nada, simplemente obligo a pasar por la Embajada española en Lima a los peruanos para solicitar el visado de turista, ahí se acabó y comenzó el calvario para los peruanos residentes en España.
Políticas de inclusión social y empoderamiento constitucional de los peruanos en el extranjero.
En estos últimos diez años no se ha producido desde el Estado peruano una propuesta de considerar en toda su magnitud a la inmigración peruana como parte de su política de estado y de construcción de ciudadanía de nuestros compatriotas en el exterior; ni Toledo ni Alan García han generado algo más que alientos y golpes de pecho sin embargo la oportunidad con el actual gobierno está planteado en cuanto a que la inmigración peruana en el exterior debe ser parte de este crecimiento económico con inclusión social dentro de un plan de reformas constitucionales necesarias no solo para reconocerlo con derechos civiles y políticos sino también para empoderarlo en la gestión de la política de estado por ese motivo consideramos que se deben de desarrollar iniciativas legislativas para aprobarlas y no para las reuniones de galería y de fotos y discursos ambivalentes sino políticas afirmativas y que permitan visibilizar a los inmigrantes peruanos a partir de:
Primero, la creación mediante ley del derecho a la circunscripción electoral en el exterior y la elección de sus representantes ante el Congreso Nacional,
Segundo; de igual forma el Estado no solo debe empoderarlos sino al mismo tiempo legislar una normativa que venga a cumplir en derecho a ser la Ley de protección y defensa de los ciudadanos peruanos en el exterior,
Tercero; desde el punto de vista de la estructura y organización administrativa debe de crearse un organismo dependiente del Ministerio de relaciones exteriores denominándose en adelante la Dirección General de la Inmigración peruana en el exterior con la representación delegada en la autoridad consular en cada país extranjero de mayor prioridad de nuestros inmigrantes para la defensa de sus derechos, su asistencia y atención institucional como ciudadano peruano más allá de nuestras fronteras. Y
Cuarto; por último la política de estado en esta materia de su competencia debe ir acompañado de la creación del Observatorio de la Inmigración peruana en el exterior para que sirva de fuente de análisis y prospectiva de política de estado para la valoración social y de Derechos Humanos de los procesos inmigratorios de los ciudadanos peruanos en el extranjero.
El reciente discurso del Primer Ministro Salomón Lerner tiene en adelante una tarea de llevar a cabo esta tarea dentro de lo que se ha venido en denominar el crecimiento con inclusión social y la inmigración peruana en el extranjero debe de ser reivindicada en toda su magnitud desde las políticas de inclusión y empoderamiento en democracia construyendo ciudadanía e integrándolos en los grandes cambios necesarios de la nueva modernidad del Perú como país de economía y sociedad emergente.
