Dr.
Carlos Jara Cuevas
01/05/2016
Especial para Migrante
Latino, siguiendo el proceso electoral en el Perú el Dr. Carlos Jara Cuevas
analista de política latinoamericana nos hace entrega de este artículo para
Migrante Latino prensa internacional de Europa para Iberoamérica
Hoy
estarán contentos los promotores del neoliberalismo en el Perú desde Hernando
de Soto hasta Ollanta Humala que las elecciones para esta segunda vuelta se encuentren
enfrentadas dos formas del manejo del poder y de la política pública. Resulta
entonces que hoy ser de izquierda para la gran mayoría que opta por la
institucionalidad y la democracia tal y cual como está hecha en el Perú es ser
liberal y de centro en el sentido práctico político, ni al extremismo del
neoliberalismo ni al extremo del estatismo. Así que como dice enfáticamente
Hildebrandt la cultura de la estupidez ha crecido en el Perú para tener un
escenario electoral ganado por la telebasura, la prensa monopólica de El
Comercio y los opinologos que se ufanan de ser libertarios para demostrar su
acento a los que por lo menos tratan de compaginar una mínima intervención del
Estado como el que ha salido a traslucir en búsqueda de apoyos sociales como lo
viene haciendo PPK. Sin embargo aquí nos enfrentamos a la historia social del neofujimorismo
popular de Keiko que ha ido construyendo una hegemonía social y de consumo en
buena parte de los sectores populares en extrema pobreza a golpe de obsequios,
ayudas, asistencias continuas en estos últimos cinco años, el cómo o de donde
salen los recursos no hay nadie quien fiscalice y controle los movimientos
económicos para promover estos objetivos pero esta observación es para todos
los que iniciaron carrera en la primera
vuelta; inversiones agresivas de marketing político y movimiento de
portátiles en toda la campaña, redes sociales inundando la opinión de los
individuos pegados a internet ofertas populares, cambios necesarios,
revoluciones de todo tipo más que tenues reformas sociales. La triada de
mercado, libertad y democracia con un gobierno continuista como el Ollanta
Humala ha contribuido a sostener el piloto automático para encontrarnos entre
los neofujimoristas y los neoliberales populistas; los herederos de la
dictadura y los herederos de la democracia de estos últimos quince años.
El
neofujimorismo tendría ganado el 51% del poder político si gana junto con su
mayoría parlamentaria esta segunda vuelta y en el caso de los neoliberales
populistas para ganar la segunda vuelta tiene que ir de la mano construyendo un
Frente social que le sirva como plataforma nacional de concertación social.
Somos un país que ha vivido más de reformas que de revoluciones políticas y
sociales, el ciclo de la economía angustiada por la caída de minerales y
metales requiere reformas en la Constitución, en el Estado, en la renegociación
de los contratos con los inversores extranjeros y el desarrollo de un plan
renovado de políticas públicas para un plan de continuidad de 25 a 50 años, un
liberalismo planificador y una recuperación del Estado-nación al mismo tiempo
un necesario replanteamiento nacional en la distribución del canon, porque no
se puede permitir que políticos con idearios folclóricos y con reivindicaciones
históricas propongan referéndums para desmembrar el país promoviendo el
separatismo geopolítico de Loreto, ante la cual la unidad de la patria es
también una tarea de la democracia y de la defensa nacional.
Hace
poco el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, en un artículo de Bárbara
Ester, comenta del giro a la derecha en América Latina después de Macri en
Argentina, y lo de Perú es su expresión, no creemos en ese apunte de su
artículo, aquí la derecha populista neoliberal antiterrorista en su versión contrainsurgente
duro los 10 años de dictadura fujimorista
en el siglo pasado y ha continuado en estos últimos 15 años la derecha
populista neoliberal inundados igualmente de corrupción y escándalos en sus
versiones de Paniagua, Toledo, Alan García y Ollanta Humala, ha ello se ha denominado
el crecimiento económico extractivista "el piloto automático” ideologizado por
Hernando de Soto y Mario Vargas Llosa pero ejecutado por otros protagonistas
que hemos citado. Somos un país que convive en la Alianza Económica del
Pacifico así como con la UNASUR. Somos un país donde la informalidad es para
los emprendedores y las clases populares y la seguridad jurídica de sus
inversiones y ganancias son realmente formales para los grandes inversores
extranjeros orientados a la explotación extractivista de nuestros recursos
naturales y una neoconcentración de las tierras fértiles y el agua en la
agricultura intensiva para la exportación, a ello agreguemos la condición desfavorable
de la pesca de los armadores peruanos y los pequeños pescadores en beneficio y
descontrol de las grandes embarcaciones y factorías extranjeras concentradas en
nuestro mar de 200 millas que explotan nuestros recursos marítimos sin control,
por eso el reordenamiento de la política pesquera e industrial del sector, requiere
una autonomía del Ministerio de Pesquería. En ese contexto también la reivindicación
de los pequeños mineros y mineros artesanales debe de ir de la mano con su
innegable formalización y desarrollo en el marco de una política pública que la
regule no solo para la extracción de acuerdo a las normas medioambientales y
técnicas sino en los aspectos laborales y la seguridad social, contando además
dentro de un plan nacional de crédito estatal y apostar por la transformación
minero-metalúrgica. Si alguien recuerda sobre el indulto a Fujimori parece que
temporalmente se ha ido alejando de la coyuntura asi como el caso de la llamada
“unión civil” para contar con los votos de los sectores evangélicos puede quedar en una salida salomónica de
proponer que se ventile ante el próximo Congreso. Por otro lado el sector al que apuntan todos es llegar y
ganar la parte sur del Perú en donde el impacto del fenómeno Evo Morales se ha
dejado sentir por los resultados en la construcción de su modelo económico
neodesarrollista así como en la renegociación de los contratos con la inversión
extranjera en la recuperación de su soberanía geoeconómica y política, ante
este proceso es necesario recordar las protestas en Pichanaki (Junin) y las Bambas
(Apurimac), por lo que hace necesario sensibilizarse políticamente para contar
con los Frentes de Defensa de las Regiones y Provincias del sur, ahí tenemos
también como en el norte el problema de la gran minería, la pequeña minería y en
esta parte sureña junto a la
problemática minera, a los productores de la hoja de coca todos ellos son un
reto para ampliar convocatorias para
esta segunda vuelta y que además tiene que decirse claramente que el sur
peruano definirá al ganador de estas
elecciones. Si no queremos un gobierno neofujimorista de Keiko con un alto
grado de concentración del poder y de mayorías absolutas apostemos por un
contrapeso de poderes situando en el gobierno al populismo neoliberal de PPK. Cuando
dicen que el pueblo no se equivoca no es tan cierto porque el pueblo también se
equivoca pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo soporte. Solo hay
dos opciones en esta segunda vuelta; una democracia autoritaria o una
democracia del consenso, no hay mucho que elegir en este periodo. Pero de todos
modos aun cuando las encuestas se ha ido inclinando al comienzo a favor de PPK, la soberbia coyuntural es un mal aliado,
solo ganando las calles, organizando los personeros, ganando las redes sociales,
haciendo de esta segunda campaña una tarea de puerta a puerta y movilizando el
empoderamiento popular hasta el último día de votación el barómetro electoral
será positivo, quedan todavía algunas semanas hasta el 5 de junio, tanto así
que en el caso peruano en una semana y hasta en muy pocos días la tendencia del
voto es muy vulnerable a los cambios y puede tomar caminos distintos sino se
precisa la estrategia adecuada. Pero lo que no debemos hacer es inducir a votar
en blanco, ni votar nulo, ni votar viciado. Tú decides.
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