domingo, 1 de mayo de 2016

NEOFUJIMORISMO POPULAR Y NEOLIBERALES POPULISTAS: LA SEGUNDA VUELTA.


Dr. Carlos Jara Cuevas
01/05/2016
Especial para Migrante Latino, siguiendo el proceso electoral en el Perú el Dr. Carlos Jara Cuevas analista de política latinoamericana nos hace entrega de este artículo para Migrante Latino prensa internacional de Europa para Iberoamérica
Hoy estarán contentos los promotores del neoliberalismo en el Perú desde Hernando de Soto hasta Ollanta Humala que las elecciones para esta segunda vuelta se encuentren enfrentadas dos formas del manejo del poder y de la política pública. Resulta entonces que hoy ser de izquierda para la gran mayoría que opta por la institucionalidad y la democracia tal y cual como está hecha en el Perú es ser liberal y de centro en el sentido práctico político, ni al extremismo del neoliberalismo ni al extremo del estatismo. Así que como dice enfáticamente Hildebrandt la cultura de la estupidez ha crecido en el Perú para tener un escenario electoral ganado por la telebasura, la prensa monopólica de El Comercio y los opinologos que se ufanan de ser libertarios para demostrar su acento a los que por lo menos tratan de compaginar una mínima intervención del Estado como el que ha salido a traslucir en búsqueda de apoyos sociales como lo viene haciendo PPK. Sin embargo aquí nos enfrentamos a la historia social del neofujimorismo popular de Keiko que ha ido construyendo una hegemonía social y de consumo en buena parte de los sectores populares en extrema pobreza a golpe de obsequios, ayudas, asistencias continuas en estos últimos cinco años, el cómo o de donde salen los recursos no hay nadie quien fiscalice y controle los movimientos económicos para promover estos objetivos pero esta observación es para todos los que iniciaron carrera en la primera  vuelta; inversiones agresivas de marketing político y movimiento de portátiles en toda la campaña, redes sociales inundando la opinión de los individuos pegados a internet ofertas populares, cambios necesarios, revoluciones de todo tipo más que tenues reformas sociales. La triada de mercado, libertad y democracia con un gobierno continuista como el Ollanta Humala ha contribuido a sostener el piloto automático para encontrarnos entre los neofujimoristas y los neoliberales populistas; los herederos de la dictadura y los herederos de la democracia de estos últimos quince años.
El neofujimorismo tendría ganado el 51% del poder político si gana junto con su mayoría parlamentaria esta segunda vuelta y en el caso de los neoliberales populistas para ganar la segunda vuelta tiene que ir de la mano construyendo un Frente social que le sirva como plataforma nacional de concertación social. Somos un país que ha vivido más de reformas que de revoluciones políticas y sociales, el ciclo de la economía angustiada por la caída de minerales y metales requiere reformas en la Constitución, en el Estado, en la renegociación de los contratos con los inversores extranjeros y el desarrollo de un plan renovado de políticas públicas para un plan de continuidad de 25 a 50 años, un liberalismo planificador y una recuperación del Estado-nación al mismo tiempo un necesario replanteamiento nacional en la distribución del canon, porque no se puede permitir que políticos con idearios folclóricos y con reivindicaciones históricas propongan referéndums para desmembrar el país promoviendo el separatismo geopolítico de Loreto, ante la cual la unidad de la patria es también una tarea de la democracia y de la defensa nacional.
Hace poco el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, en un artículo de Bárbara Ester, comenta del giro a la derecha en América Latina después de Macri en Argentina, y lo de Perú es su expresión, no creemos en ese apunte de su artículo, aquí la derecha populista neoliberal antiterrorista en su versión contrainsurgente duro los 10 años de dictadura fujimorista  en el siglo pasado y ha continuado en estos últimos 15 años la derecha populista neoliberal inundados igualmente de corrupción y escándalos en sus versiones de Paniagua, Toledo, Alan García y Ollanta Humala, ha ello se ha denominado el crecimiento económico extractivista "el piloto automático” ideologizado por Hernando de Soto y Mario Vargas Llosa pero ejecutado por otros protagonistas que hemos citado. Somos un país que convive en la Alianza Económica del Pacifico así como con la UNASUR. Somos un país donde la informalidad es para los emprendedores y las clases populares y la seguridad jurídica de sus inversiones y ganancias son realmente formales para los grandes inversores extranjeros orientados a la explotación extractivista de nuestros recursos naturales y una neoconcentración de las tierras fértiles y el agua en la agricultura intensiva para la exportación, a ello agreguemos la condición desfavorable de la pesca de los armadores peruanos y los pequeños pescadores en beneficio y descontrol de las grandes embarcaciones y factorías extranjeras concentradas en nuestro mar de 200 millas que explotan nuestros recursos marítimos sin control, por eso el reordenamiento de la política pesquera e industrial del sector, requiere una autonomía del Ministerio de Pesquería. En ese contexto también la reivindicación de los pequeños mineros y mineros artesanales debe de ir de la mano con su innegable formalización y desarrollo en el marco de una política pública que la regule no solo para la extracción de acuerdo a las normas medioambientales y técnicas sino en los aspectos laborales y la seguridad social, contando además dentro de un plan nacional de crédito estatal y apostar por la transformación minero-metalúrgica. Si alguien recuerda sobre el indulto a Fujimori parece que temporalmente se ha ido alejando de la coyuntura asi como el caso de la llamada “unión civil” para contar con los votos de los sectores evangélicos  puede quedar en una salida salomónica de proponer que se ventile ante el próximo Congreso. Por otro lado  el sector al que apuntan todos es llegar y ganar la parte sur del Perú en donde el impacto del fenómeno Evo Morales se ha dejado sentir por los resultados en la construcción de su modelo económico neodesarrollista así como en la renegociación de los contratos con la inversión extranjera en la recuperación de su soberanía geoeconómica y política, ante este proceso es necesario recordar las protestas en Pichanaki (Junin) y las Bambas (Apurimac), por lo que hace necesario sensibilizarse políticamente para contar con los Frentes de Defensa de las Regiones y Provincias del sur, ahí tenemos también como en el norte el problema de la gran minería, la pequeña minería y en esta parte sureña  junto a la problemática minera, a los productores de la hoja de coca todos ellos son un reto para  ampliar convocatorias para esta segunda vuelta y que además tiene que decirse claramente que el sur peruano  definirá al ganador de estas elecciones. Si no queremos un gobierno neofujimorista de Keiko con un alto grado de concentración del poder y de mayorías absolutas apostemos por un contrapeso de poderes situando en el gobierno al populismo neoliberal de PPK. Cuando dicen que el pueblo no se equivoca no es tan cierto porque el pueblo también se equivoca pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo soporte. Solo hay dos opciones en esta segunda vuelta; una democracia autoritaria o una democracia del consenso, no hay mucho que elegir en este periodo. Pero de todos modos aun cuando las encuestas se ha ido inclinando al comienzo a favor de  PPK, la soberbia coyuntural es un mal aliado, solo ganando las calles, organizando los personeros, ganando las redes sociales, haciendo de esta segunda campaña una tarea de puerta a puerta y movilizando el empoderamiento popular hasta el último día de votación el barómetro electoral será positivo, quedan todavía algunas semanas hasta el 5 de junio, tanto así que en el caso peruano en una semana y hasta en muy pocos días la tendencia del voto es muy vulnerable a los cambios y puede tomar caminos distintos sino se precisa la estrategia adecuada. Pero lo que no debemos hacer es inducir a votar en blanco, ni votar nulo, ni votar viciado. Tú decides.

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