de Carlos Jara Cuevas, el Domingo, 24 de abril de 2011 a las 2:22
Para los peruanos esta segunda vuelta no puede ni debe concebirse para elegir Presidente para cinco años sino para proyectar al Perú para un plan nacional y continental por veinte o treinta años de desarrollo con políticas de inclusión social en una economía de mercado. Mientras Keiko será la continuidad del modelo sino despierta otras expectativas, Ollanta Humala no expresa nada que se desligue de una propuesta light cada vez mas descafeinada (a pesar de tener asesores del Partido de los Trabajadores del ex presidente Lula) en sus relaciones con la potencia económica y tecnológica del Brasil, que planes tiene en su política exterior con América Latina y principalmente que objetivos tienen las multinacionales de la Lula-burguesia brasilera, es decir su clase política y sus Fuerzas Armadas con el Perú de cara al Pacífico y a la cuenca del Pacífico; cuales son los objetivos geoeconómicos que le interesan en el contexto de la integración de América Latina mas alla de sus fronteras con el Perú.
En el libro de George Friedman “ Los próximos cien años”, señala tres características importantes del poder unipolar de los Estados Unidos; una diplomacia mundial, un ejercito mundial y el control mundial de los mares de nuestro planeta. La economía de mercado manejado en tiempo real, gran diferencia de lo que fue el Imperio Ingles al dar paso a los EEUU, sin embargo la crisis, la sobreproducción y la gran concentración del capital financiero mundial y tecnológico no se sostiene solo todo el tiempo, otros referentes le salen a competir con la misma previsión del tiempo y con la dimensión igualmente planetaria de la disputa de los mercados en el mundo, en esta nueva globalización del siglo XXI hay ya dos países que se sientan y sentaran por todo este siglo en el llamado G-2 al lado del G-8 y del G-20, el reparto del mundo dentro del marco de la economía de mercado bajo el marco de la seguridad integral o de la seguridad en democracia. Estas elecciones en el Perú no es un lio de un país luchando entre dos candidatos que han pasado a segunda vuelta, por un lado la opción nacionalista de Ollanta Humala y el sorprendente ascenso de los herederos del fujimorismo, para pretender ser Presidente del Perú, en absoluto son dos tendencias de un mismo proceso político en democracia que ha traspasado la barrera de los diez años, bajo un modelo neoliberal de conducir la economía de mercado y su modelo primario exportador con un crecimiento cercano ya al 9% anual.
Entonces lo que se esta disputando en este escenario de la segunda vuelta es la presencia de antaño de los intereses de Washington con los intereses de la lula-burguesia brasilera que tiene en frente del Perú marcados intereses geopolíticos y geoeconómicos así que mientras Ollanta Humala cuenta con el solido apoyo de las multinacionales del capitalismo brasilero a cuya cabeza esta Dilma Rousseff del PT y actual Presidenta no encontramos ni siquiera mención en su programa de esta relación, pero todo apunta a desarrollar la penetración de carreteras hacia el Pacífico y resolver el traslado de mercancías de las multinacionales del Brasil hacia el Asia el mercado natural del Perú. El otro punto en disputa es el energético, que en el caso del perú nuestra posición geográfica como pueblo continente y por las características geográficas contamos con la naturaleza favorable para la generación de la electricidad a través de centrales hidroeléctricas las mismas que tranquilamente pueden producir 6,673 MW que necesita para su expansión industrial y tecnológica de nuestro vecino.
Esto también se suma a las proyecciones en un periodo de veinte años del mejoramiento y tecnificación de la navegación fluvial y la construcción de líneas ferreas que culminarían una integración transversal del Perú con el Brasil en tres grandes frentes de nuestra geografía.
En este contexto la confrontación de esta segunda vuelta tiene en frente un conflicto de intereses entre EEUU y la actual séptima potencia mundial el Brasil, de esta distención solapada la presencia de Keiko Fujimori esta alineada a lo que ya esta existiendo en Perú el Tratado de Libre Comercio con los EEUU, la presencia del Pentágono que tiene en Perú varias instalaciones militares que forman parte de la estrategia de contención al Brasil. Este escenario muestra además que el sistema de seguridad ha pasado de la llamada doctrina de la seguridad nacional a la de la seguridad integral o seguridad en democracia, cuyas perspectivas se adecuan a los escenarios de cada país de Latinoamérica y por su naturaleza particular para el Perú. Por una lado la presencia Andina, el corredor geoeconómico hacia el caribe integrando nuestra relación con Colombia, en el Sur con Chile y Bolivia hacia el Mercosur. El caso de la candidatura de Keiko no representa exclusivamente al fujimorismo aglutinara y convocara a todas las fuerzas vivas de la economía de mercado a los partidos de derecha o centro derecha que quedaron fuera de la competición, además convoca y disputa a los sectores populares empobrecidos a los que el predicamento de la erradicación de la pobreza esta en el programa de Ollanta y de Keiko, este es el populismo al que hoy nos enfrentamos para estos próximos cinco años de gobierno reformista bien de Ollanta o de Keiko, la estrechez puede ser saldada para quien desde el ámbito de la política y de la estrategia electoral en esta segunda vuelta pueda articular un proyecto Social-liberal.
Dr. Carlos Jara Cuevas
Madrid 23 de Abril de 2011
En el libro de George Friedman “ Los próximos cien años”, señala tres características importantes del poder unipolar de los Estados Unidos; una diplomacia mundial, un ejercito mundial y el control mundial de los mares de nuestro planeta. La economía de mercado manejado en tiempo real, gran diferencia de lo que fue el Imperio Ingles al dar paso a los EEUU, sin embargo la crisis, la sobreproducción y la gran concentración del capital financiero mundial y tecnológico no se sostiene solo todo el tiempo, otros referentes le salen a competir con la misma previsión del tiempo y con la dimensión igualmente planetaria de la disputa de los mercados en el mundo, en esta nueva globalización del siglo XXI hay ya dos países que se sientan y sentaran por todo este siglo en el llamado G-2 al lado del G-8 y del G-20, el reparto del mundo dentro del marco de la economía de mercado bajo el marco de la seguridad integral o de la seguridad en democracia. Estas elecciones en el Perú no es un lio de un país luchando entre dos candidatos que han pasado a segunda vuelta, por un lado la opción nacionalista de Ollanta Humala y el sorprendente ascenso de los herederos del fujimorismo, para pretender ser Presidente del Perú, en absoluto son dos tendencias de un mismo proceso político en democracia que ha traspasado la barrera de los diez años, bajo un modelo neoliberal de conducir la economía de mercado y su modelo primario exportador con un crecimiento cercano ya al 9% anual.
Entonces lo que se esta disputando en este escenario de la segunda vuelta es la presencia de antaño de los intereses de Washington con los intereses de la lula-burguesia brasilera que tiene en frente del Perú marcados intereses geopolíticos y geoeconómicos así que mientras Ollanta Humala cuenta con el solido apoyo de las multinacionales del capitalismo brasilero a cuya cabeza esta Dilma Rousseff del PT y actual Presidenta no encontramos ni siquiera mención en su programa de esta relación, pero todo apunta a desarrollar la penetración de carreteras hacia el Pacífico y resolver el traslado de mercancías de las multinacionales del Brasil hacia el Asia el mercado natural del Perú. El otro punto en disputa es el energético, que en el caso del perú nuestra posición geográfica como pueblo continente y por las características geográficas contamos con la naturaleza favorable para la generación de la electricidad a través de centrales hidroeléctricas las mismas que tranquilamente pueden producir 6,673 MW que necesita para su expansión industrial y tecnológica de nuestro vecino.
Esto también se suma a las proyecciones en un periodo de veinte años del mejoramiento y tecnificación de la navegación fluvial y la construcción de líneas ferreas que culminarían una integración transversal del Perú con el Brasil en tres grandes frentes de nuestra geografía.
En este contexto la confrontación de esta segunda vuelta tiene en frente un conflicto de intereses entre EEUU y la actual séptima potencia mundial el Brasil, de esta distención solapada la presencia de Keiko Fujimori esta alineada a lo que ya esta existiendo en Perú el Tratado de Libre Comercio con los EEUU, la presencia del Pentágono que tiene en Perú varias instalaciones militares que forman parte de la estrategia de contención al Brasil. Este escenario muestra además que el sistema de seguridad ha pasado de la llamada doctrina de la seguridad nacional a la de la seguridad integral o seguridad en democracia, cuyas perspectivas se adecuan a los escenarios de cada país de Latinoamérica y por su naturaleza particular para el Perú. Por una lado la presencia Andina, el corredor geoeconómico hacia el caribe integrando nuestra relación con Colombia, en el Sur con Chile y Bolivia hacia el Mercosur. El caso de la candidatura de Keiko no representa exclusivamente al fujimorismo aglutinara y convocara a todas las fuerzas vivas de la economía de mercado a los partidos de derecha o centro derecha que quedaron fuera de la competición, además convoca y disputa a los sectores populares empobrecidos a los que el predicamento de la erradicación de la pobreza esta en el programa de Ollanta y de Keiko, este es el populismo al que hoy nos enfrentamos para estos próximos cinco años de gobierno reformista bien de Ollanta o de Keiko, la estrechez puede ser saldada para quien desde el ámbito de la política y de la estrategia electoral en esta segunda vuelta pueda articular un proyecto Social-liberal.
Dr. Carlos Jara Cuevas
Madrid 23 de Abril de 2011
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