martes, 22 de mayo de 2012

La ficciones malignas de Mario Vargas Llosa y la crisis de Europa

21 mayo, 2012
Imagen-La ficciones malignas  de  Mario Vargas Llosa  y la crisis de Europa
Autor: Dr. Carlos Jara Cuevas
En el periódico de la social democracia española cercano al PSOE, ( http://elpais.com/elpais/2012/05/17/opinion/1337251622_938165.html ).  Vargas Llosa hace uso de las ficciones literarias para presentarnos la crisis europea como la culpa de países demasiados gastadores y que no se controlaron en sus gastos, por lo que ahora hay que  ajustarse el cinturón.
Su recurso imaginativo en literatura es para la ficción, la política económica son las relaciones sociales y económicas en las que se  mueven los países y en su caso la Unión Europea Occidental.
Según el  Nobel  hay dos enemigos o fantasmas ya liquidados por el tiempo el fascismo y el comunismo lo que le falta decir es que el tercer fantasma maligno que se esta enterrando solo es el neoliberalismo de Thacher, Reagan y Friedman,  que después de treinta años de estructurar la economía capitalista mundial regido por la subordinación de los estados a las grandes corporaciones y las ganancias de los llamados derivados financieros, y al llamado movimiento de los mercados, han llevado a la hecatombe del modelo y del propio sistema económico, han convertido la deuda privada de los bancos en deuda pública, han estafado a los ciudadanos con programas hipotecarios subprime; reconvirtiendo la hipoteca en una forma de esclavismo bancario y financiero de la gente.
Lo que es inevitable es que las contradicciones de los modelos de acumulación capitalista en el mundo están demostrando al día de hoy la importancia planificada de los Estados nación  globalizados como el caso de los BRICS, respecto al modelo desregulador del neoliberalismo al que siempre se adscribió como teología económica Vargas Llosa.
No es ficción el paro ni la crisis ni la recesión, ni la desregulación ni la crisis energética y el desmantelamiento de la estructura productiva industrial de una parte de Europa en beneficio del epicentro franco-alemán – EEUU y Gran Bretaña,  y no es responsabilidad de los  pueblos europeos pagarle la deuda al gran atraco bancario como propone nuestro Premio Nobel, eso no son ficciones malignas sino el fracaso del neoliberalismo que se esta enterrando en este siglo XXI y no es ficción maligna el paro laboral en España que  ya llegamos a 6 millones desempleados, una inmensa lista de desahucios de las viviendas y encima recortan el dinero publico de la sanidad de 10 mil millones de euros para financiar a BANKIA con la histórica versión de la “austeridad” para crear empleo y crecer económicamente, que el Sr. Alierta sabe mucho si seguramente pero entonces que telefónica empiece a pagar sus deudas tributarias y fiscales al Perú.
Es un hecho de la ciencia económica que planificar y calcular es proyectar un país y un programa económico, lo que pasa es que Hayek y Friedman planificaban las ganancias del lucro y la ganancia de las empresas y multinacionales privadas y no las del Estado estadista, la vuelta al Estado Nación globalizado será la meta de la nueva Europa que debemos construir.
Vargas Llosa incluso olvida un hecho histórico reciente ni la  considera ni tiene la menor inquietud de plantear cuestionamientos del proceso político seguido en ISLANDIA, y de la propia América Latina como unidad politica y económica e incluso monetaria en la globalización. La Unión Europea debe mucho al Plan Marshall y a la forma digitada de como se construyo la Unión Europea porque mientras las sociedades europeas están en el continente occidental de Europa sus finanzas y su futuro se controlan y diseñan en EEUU y en Gran Bretaña, y eso no son ficciones malignas.
Paul Krugman no nos esta contando la lectura de una bola de cristal sino las consecuencias del propio modelo seguido en estas tres ultimas décadas de la misma forma que en España Santiago Niño Becerra en su libro el Crash del 2010 corrobora la previsión científica de las tendencias de la crisis y de la recesión, no son por tanto ficciones malignas sino la expresa realidad humana de esta década del siglo XXI.

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